martes, mayo 17, 2005

Ai.. ¡estos tiempos modernos!

Cada día me sorprendo mas de lo rápido que va evolucionando el mundo. Si diéramos un salto en el tiempo, me jugaría cualquier cosa, que muchas de las personas de hoy en día no podrían vivir sin un ordenador, un móvil, una televisión etc. Un ejemplo bien sencillo, las cartas. Poco a poco se ha ido perdiendo esa magia que había cuando se enviaba una carta al ser querido que teníamos lejos. Ahora simplemente apretando un botón, la puedes tener a miles de kilómetros de distancia y parecer que esté ahí contigo. 375x210px - 12.9 Kbytes

No digo que no esté bien, todo lo contrario, pero ¿porque se tienen que perder otras cosas de las cuales antes utilizábamos? No me quejo de la tecnología, solo de que se han perdido o se están perdiendo estas cosas que poco o mucho hacían sentir también a la persona cerca de ti. El hecho de abrir una carta y notar el olor de la persona que te la ha enviado. Bueno, siempre se puede intentar oler un E-Mail a ver si con un poco de suerte... Aunque al paso que vamos, creo que se las inventaran para que podamos hacerlo.

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¿Y que ha pasado con los cuentos de siempre? Poco a poco se van degradando hasta que resultará ser que caperucita no era mas que una chica que realmente no iba a ver a su abuelita enferma, si no que se iba a comprar un móvil ultima generación de "Amena" y el lobo era un currante de "Movistar" y queria hacer lo posible para que se lo comprara a él. Hasta que al final apareció uno de los tres cerditos y la caperucita se pasó a "Vodafone" porqué era el que le pegaba más con su traje rojo de "Versace"


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En fin, que la tecnología se apodera de nosotros por momentos. Espero que el día de mañana no sea demasiado tarde y nos convirtamos en robots de carne y hueso y, espero también que muchas de las cosas, de las que hasta día de hoy se han ido utilizando, sigan ahí. Al menos no confundamos a nuestros hijos y, cuando nos hagan ciertas preguntas les podamos contestar, aunque sea de “mentirijilla” que los niños vienen de París, como siempre se ha dicho.


Comments:
Haré un poco de abogado del diablo. En los maravillosos años en los que las cartas que se enviaban eran de papel, con toda su magia y encanto, lo cierto es que no se mandaban ni postales. Los correos electrónicos de mis amigos son más fríos, pero ¡me los mandan!
El chiste de los niños, buenísimo.
Un saludo
 
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