Diario de una lesbiana poco convencional

Bueno, el año nuevo al fin llegó y con el las típicas promesas… que si estudiar algún idioma, que si empezar a hacer dieta (porque ya se sabe, después de Navidad lo que más preocupa a la gente son dos cosas, el peso ganado y el dinero perdido), que si hacer más deporte, y una típica de cada año, dejar de fumar. Aunque este año es diferente, porque el dejar de fumar, más que una promesa será una obligación.
Nuevo año, nueva ley.
Y como no, yo no iba a ser menos y no podía quedarme callada ante tal estupidez.
Que fumar es perjudicial para la salud, que provoca cáncer, que mata y mil frases más que encontramos en las cajetillas de cigarrillos, son eso, frases para concienciar al fumador en que deje de fumar. Pero de ahí a que implanten una ley “prohibiendo” fumar en la mayoría de sitios públicos, lo encuentro de dictadura total.
Sé que mucha gente no opinará lo mismo, y que dirán que es una buena idea para que la gente no fume. Pero es que si empezamos así, lo próximo que será ¿prohibir comer jamón serrano porqué lleva grasa? ¿O quizás el chorizo porque sube el colesterol?


La verdad, el mundo, para variar, está loco. Porqué ahora los fumadores se convertirán en las ovejas negras de la sociedad, señalados con el dedo a todos esos que se les vea fumar dentro de un bar que no esté permitido, mientras que hace unos años atrás los que no fumaban eran los raros y poco modernos. Aclarémonos pues, ¿Fumar es de modernos o de delincuentes?
La verdad a mi esta ley no es que me afecte mucho, ya que no soy fumadora activa. Y tampoco pretendo crear una polémica de si esta bien o mal el hecho de que se haya decidido prohibirlo tan radicalmente. Lo único que pienso, es que si alguien tiene que decidir si esta bien o mal fumar, es la propia persona que lo hace. Si tan mal lo ven, ¿Por qué no suben el precio del tabaco? O simplemente ¿Por qué no dejan de venderlo? Quien sabe, ¿quizás porque detrás de todo esto no deja de haber una mafia y una manera de ganarse la vida a costa de los demás?
En fin, como siempre, por más que diga las cosas no cambiaran y menos ante una ley.
Pero bueno, pensemos en positivo, tenemos unos “papas” que velan por nuestra salud.
Eso si, a lo que a leyes se refiere, nadie estará nunca totalmente de acuerdo.
El año pasado le tocaron a las bodas entre homosexuales y este a los fumadores.
¿El siguiente?...
Lo que está claro es que la gente hará colas para entrar a un bar de fumadores, serán los más cotizados.
Y con la ley, tendrá que cambiar la canción con la cual he empezado este post... ¿No?