Diario de una lesbiana poco convencional

"Pero después de mucho hablar, decidimos poner día para cumplir el deseo de las dos. Juntar nuestros labios, siendo así mi primer beso con una chica.

El cómo y donde fue, no lo voy a contar con demasiados detalles. Lo que si diré es que con ese beso, me di realmente cuenta que podía llegar a sentir cosquilleos en mi estomago al besar a alguien.
Desde ese día, las cosas fueron cambiando. No podíamos estar la una sin la otra, quedábamos cada fin de semana, a pesar de que ella seguía con su novio…y claro, hubo uno de los fines de semana, en que me quedé a dormir en su casa… Y si ella fue la primera chica a la que besé, esa noche pasó a ser la primera chica con la que me acosté. Y yo me convertí en…¿la amante?
Aunque hubo un pequeño problema… Pero como quiero ser más mala aún de lo que me acostumbráis a llamar. Os cuento el problema en el siguiente capitulo."


Así terminé el capitulo 7 de mi salida de armario y creo que ya va siendo hora, después de muchas reclamaciones, que tenga una continuación ¿no?

Tal y como terminé en el último capitulo, hubo un pequeño problema cuando nuestra relación se convirtió en algo mas que amistad. Cuando nos besamos por primera vez, sentí ese cosquilleo en la barriga, si, y cada vez que me besaba, seguía sintiéndolo. Pero cuando nos acostábamos, yo nunca llegaba al final… vamos, que no conseguía tener un orgasmo.

La primera vez pensé que seria normal, por los nervios y tal, la segunda, seguía pensando que era normal, pero que me ocurriera cada vez que nos acostábamos (que no era muy frecuentemente, ya que ella os recuerdo que seguía con el novio) no lo veía tan normal. Pero como tampoco sabia como era realmente tener un orgasmo, creía que con esos cosquilleos en la barriga, ya era suficiente, así que no le di importancia. La cuestión es que yo estaba con ella, a pesar de que ella seguía estando con el novio, pero como la relación entre ellos, según ella, era un desastre, pues también me conformaba. Ahora que lo pienso… ¿Qué conformista era, no?

El tiempo fue pasando, con él, los meses y los años. Ella seguía con su queridísimo novio, al que veía cada día. Una relación de mas de 10 años que se había convertido en rutina y que muchas veces me daba que pensar, ¿será que está conmigo, para pasar el rato? Prefería no pensar y seguir engañándome a mi misma. A medida que iba pasando el tiempo, la relación se iba consolidando mas, o almenos para mi, ya que ella no se que era lo que realmente quería conmigo. Porque no dejaba al novio pero tampoco me dejaba a mi. Pero yo me fui acostumbrando a la situación, aunque algunas veces me hacia sentir mal, ya que no la sentía el 100 % mía.

Lo mejor estaba por llegar… Un día, de repente, no se de donde, ni como, ni porqué, apareció un tío que resultó ser un amor platónico de su juventud. Un profesor de música que siempre le había gustado. Pero lo que suele pasar con las relaciones profesor-alumno, nunca acaban cumpliéndose. Pero este caso fue distinto. Un día hablando con ella, me contó la historia… me dijo que siempre había estado enamorada de él y viceversa, pero como era su profesor, nunca pudieron tener nada. Yo ya no sabia que pensar. ¿Me quería volver loca y no sabia como hacerlo?

Me costó lo mió aguantar el hecho de que tuviera novio y la “compartiera” con él, pero… ¡¿otra persona en su vida?! Aunque en vista de cómo me trataba, yo ya no me sentía nadie para decirle lo que debía o tenía que hacer.
Así que no opiné al respecto, simplemente le dije que si había quedado algún tema pendiente con el Sr. Profesor (le llamaré así), quedara con él y hablaran. Así lo hizo. Pero al parecer, fue lo peor que le pude decir. Al quedar con él se despertaron sentimientos que llevaban dormidos hace años.

Habló conmigo y me dijo que no sabía que hacer, que se había vuelto a enamorar al verlo. Y yo pensaba: “¿Qué te has vuelto a enamo que? ¿Pero tu sabes lo que es eso?”- Porque realmente empezaba a dudar de que supiera lo que es querer a una persona.
Estaba con su novio, estaba conmigo y ahora, pretendía estar con el Sr. Profesor??? Yo sinceramente ya no entendía nada.

La relación con el Sr. Profesor también se puso en marcha… Vamos, que la muchacha sin comerlo ni beberlo estaba con tres personas a la vez. Aunque si lo analizamos bien, con el novio estaba por rutina, con el Sr. Profesor estaba porqué era su amor platónico, entonces… conmigo, ¿porqué estaba? ¿Por pena?
No lo sé, y la verdad es que empezaba a cansarme de esa situación. Nuestras relaciones iban en decadencia… Claro, como ya había otro que la satisfacía, a mí que me dieran por saco. Así que imaginad lo que pasaba por mi mente cuando no estaba conmigo. ¿Dónde estará ahora? ¿Con cual de los dos estará? ¿Que hará? ¿Qué no hará?........
¿Era o no era para volverme loca?
Y claro, el colmo era que la tenía que ver cada día, porque por si no lo recordáis, trabajábamos juntas. Así que cada día tenia que aguantar sus comentarios de si había quedado con el Sr. Profesor, de si habían estado juntos… etc.
Mi preocupación ya no era el novio, porqué el pobre llevaba unos cuernos que no pasaba ni por las puertas. Mi verdadera preocupación era el maldito Sr. Profesor que tuvo que aparecer precisamente cuando ella y yo decidimos tener algo más que amistad.

Creo que él fue el motivo por el cual se fue enfriando nuestra “relación”, si es que se le puede llamar así. Con la tontería, duró 5 años, pero el último se basó más en malos rollos y peleas. No aguantaba más el tener que compartirla. Ya es jodido compartir a alguien con una persona, así que imaginad con dos.

Creo que mi salvación fue que la empresa donde trabajábamos las dos, se trasladó de ciudad y ninguna quiso seguir trabajando ahí. El no tener que vernos cada día, hizo que nos fuéramos distanciando. Hasta que dejé de verla. Sinceramente, no la considero una persona que haya marcado mi vida. Quizás si, por el hecho de que fue la primera chica a la que besé. Pero si lo tengo que analizar bien, no fue la primera de la que me enamoré, porqué después de ella, aparecieron otras que me hicieron despertar cosas que ella no consiguió nunca.

Así que, ¿creéis que la tengo que considerar como mi primera novia? En mi opinión creo que no. De hecho, creo que verdaderamente nunca sentí nada por ella.

Hoy no os dejaré con intriga, pero aquí no acaba la historia… aún quedan muchas cosas que contar…