Diario de una lesbiana poco convencional

Ayer conté resumidamente, o al menos eso intenté, nuestras vacaciones. Pero me salté algunos trozos, para que no se hiciera tan pesado.
Lógicamente, conociéndome a mí y sabiendo que siempre que hacemos algo, me acaba sucediendo alguna anécdota, el viaje no podía ser para menos.
Hoy os cuento la que me afectó única y exclusivamente a mi y dejaré para mañana el resto, que considero son menos destacadas, o que no nos afectaron “físicamente”…

Así que ahí va…

Fuimos a un lugar donde se juntan las playas de levante y poniente, y que si te metes en el agua y andas, o según como esté la marea, nadas un poco, puedes llegar a unas islas que hay desabitadas. Lógicamente mi novia quería cruzar, pero yo no lo tenía del todo claro. Al final decidimos entrar hasta donde nos cubriera, para poder darnos un chapuzón.
Una vez dentro del agua, yo, toda chula, le comento a mi novia de sacarnos los bikinis. No podía irme de Formentera, sin haber probado el hecho de bañarme, literalmente, en pelotas, o para los que no lo entiendan… como nuestras madres nos trajeron al mundo.

Y así lo hicimos (aunque ya habíamos hecho nudismo en una cala de rocas, donde no había nadie, pero sin podernos bañar)…Así que parte de arriba fuera! Parte de abajo fuera! Y… sensación de libertad! Que relax! Que gusto! Que bien se está! Pero de golpe… Aaaaah! Mierda! Me ha picado algoooooooo!!!!!

Mi novia me mira incrédula creyendo que son imaginaciones mías, como las tantas veces que me rozaba alguna alga y decía que me había picado, y yo pegando saltos e intentando nadar hacia la orilla (lógicamente sin bikini) Imaginad la escena, dando botes mientras la docena de personas que había en la orilla, me miraban con cara de circunstancia, pensando: “¿Qué coño hace esa capulla?”.

Cuando al fin consigo llegar a tierra (ya con el bikini puesto, que aun no se como lo hice) me miro la muñeca y me la veo llenita llenita de ampollas. Casualidades de la vida, los de la Cruz Roja, acababan de llegar. Y nos dirigimos a ellos, diagnosticándome que, efectivamente, me había picado una medusa.

Raramente hay en esa zona, pero como yo soy gafe, la UNICA y mísera medusa que pasó, me pico a mí.

Por supuesto, después del trágico accidente (al menos para mi), no nos bañamos mas en esa zona y decidimos coger la moto e irnos en busca de alguna playa mas tranquila y, sin medusas.


P.D.: Tengo que decir que todavía tengo la marca en la muñeca U_U

Apenas se ve en la foto, pero mi novia puede dar fe de como se me puso... y yo de lo que me dolía y quemaba

P.D.: No quiero ni imaginar que hubiera ocurrido si me hubiera picado en otra parte del cuerpo... haciendo nudismo, pensad mal...