Diario de una lesbiana poco convencional

Hoy es uno de esos días en que me he puesto analizar el transcurso de mi vida. ¿El motivo? Pues quizás por una llamada sin contestar, mas comúnmente nombrada perdida o toque, que recibí anoche de una muy buena amiga mía.
Hace mucho que no se nada de ella. La verdad creo, que desde el verano pasado que no la veo. Pero el motivo por el que escribo esto, no es para hablar del tiempo que hace que no la veo, si no que, su llamada me hizo recordar cierta mala época, o mejor dicho, pésima época, que pasé justamente ahora, hará un año y escasos meses. La verdad es que ella me estuvo animando bastante. Pero ya se sabe, que cuando uno esta mal, le da igual lo que le digan los demás. Eso es lo que me ocurría a mi. Por mas que me decía y me intentara ayudar, sus palabras eran en vano, porque yo vivía según mis propias convicciones y no pensaba renunciar a ellas. Así es, yo cegada por una persona que no tenia el valor de afrontar lo que había entre nosotras. Dos años y medio de mi vida escondiéndome para que su alrededor no la analizara, por algo que ella decía que no era. A parte de eso, tenia un trabajo de lo mas inhumano. Trabajar de 12 a 14 horas diarias, no lo encuentro nada normal. No solo eso, si no que, dentro de ese trabajo había ciertas personas que por lo que parece, solo disfrutaban amargando la vida de los demás. Y por si fuera poco, en mi casa el ambiente también estaba tenso. Supongo que por mi culpa, por todo lo que tenia que aguantar. En esa época, mi estado de animo fue de mal a peor, hasta el extremo de llegar a pensar en desaparecer de este mundo. Supongo que es la idea mas cobarde y egoísta que puede haber de solucionar los problemas. Pero no veía otra manera de quitarme tanta “mierda” de encima. Nada de lo que hacia me salía bien, todo el mundo en contra mía. Y yo pensaba:
“¿para que coño estoy aquí?”
Pero ahí estaba ella, la de la llamada. Yo no le pedía nada, era ella que se ofrecía sin pedir nada a cambio. Me ofrecía sus palabras, su comprensión y su ayuda para yo seguir adelante. Hasta que un día, me dije a mi misma:
“o cambio de vida, o vivo amargada el resto de ella”.
Quería cambiar las cosas, pero cambiar por los demás era mentirme a mi misma. Así que cambié solo por mi. Dejé pasar el tiempo. Olvidarme de esa persona que me estaba haciendo mas y mas daño cada día que pasaba o la veía. El trabajo, hice lo posible para que me echaran, porque lógicamente, si me iba yo, no cobraba nada... y con mi familia les hice entender que necesitaba un cambio radical. Así que, como se suele decir, empecé el año con vida nueva.

Transcurridos unos meses, concretamente medio año, apareció quien hizo que viera el mundo a través de otros ojos. Quizás empecé el año, con nuevos objetivos. Pero respecto al amor, tardé 6 meses en volver a descubrirlo.
Y a día de hoy, sigo analizando. Veo mi vida a través de un cristal, un cristal que no esta oscuro como el de hace 1 año. Pienso, y me siento orgullosa de todo lo que he llegado a superar, pero también agradezco a ciertas personas que me ayudaran a hacerlo.

Hoy no trabajo 14 horas diarias, si no que estudio y pienso seguir haciéndolo, y trabajo en un sitio mas decente. Tengo una familia, dentro de lo que cabe muy buena, comprensible y que están ahí si los necesito, y tengo, para mi lo mas importante y lo que me ha hecho seguir adelante,ELLA, una persona a mi lado que me ha abierto las puertas del corazón que creía estaban cerradas herméticamente.

Dejo atrás los fantasmas del pasado, y vivo el presente que creía no poder tener, después de todo lo sufrido.

# Escribió Lesbiana Poco Convencional : 7:57 p. m.