miércoles, febrero 02, 2005
Visión de altura
Pensar en positivo es lo que diferencia al TRIUNFADOR del resto de los mortales. Y, si no, que se lo pregunten a un sabio, que compró un avión al que se le caían las alas y le ardían los motores.
Pero la gente se muestra tozudamente proclive a estudiar los éxitos a través de los datos objetivos, la frialdad de los números o los diseños estratégicos, con lo cual nunca consiguen distinguirse de sus competidores: cuantos más datos adquieren, más se incluyen en el gran montón de los “mas-de-lo-mismo”.
Cuando una conversación gira entorno al éxito, siempre se menciona a los sabios. En teoría, todo el mundo conoce sus conocimientos, de modo que también en teoría, todo el mundo podría seguir sus pasos.
Sin embargo, la cosa no resulta tan fácil. ¿Por qué? La clave no está en los datos objetivos, sino en la forma de pensar de las personas que generaron esos datos. Y llega un momento en que esa forma de pensar se convierte en leyenda.
En cierta ocasión, un jet privado de un sabio, tuvo un percance en un aeropuerto, cuando otro avión golpeó un ala de su Falcón 900, dejándola inutilizada. A medida que el incidente iba siendo narrado una y otra vez, lo sucedido fue convirtiéndose de manera sucesiva, en incendio de un motor, desprendimiento del ala y, por fin, aterrizaje forzoso en el aeropuerto.
La leyenda perfeccionada, terminó por asegurar que, en realidad, todo había sucedido en un vuelo de prueba para determinar si el sabio decidía comprar o no comprar el reactor. El sabio, descendió del maltrecho avión, se dirigió a su despacho, y desde allí envió un fax confirmando la adquisición del jet, dado que se trataba del avión mas seguro del mundo: se le prendían los motores, se le desprendía un ala ... y volaba!!!
La leyenda concluía con este dogma: “La diferencia entre quienes poseen un avión privado y los que viajan apiñados en el Puente Aéreo, no está en el dinero que manejan, sino en la forma positiva de pensar de los primeros.
La forma de pensar es clara: no se trata de tener visión de altura después de haber triunfado, sino antes. Y esa visión de altura es la única que convierte nuestros sueños en realidades... y en volar incluso en aviones que carecen de alas.
"Siempre habrá quien envidie a los sabios"
Escupes palabras sin sentido que son producidas por tu impotencia y rabia que llevas dentro de ti
También podrías definirme tu término "triunfador", pienso que desde un punto de vista de la narrativa la palabra está mal empleada en el contexto.
Los sentimientos humanos no pueden definirse de forma tan simple, "pensar en positivo" es muy banal, tal vez demasiado. Las personas, en su total entorno, son más complicadas y hay muchísimo por descubrir en cada individuo, sea esto algo agradable o lo contrario.
Yo diría que todo ser humano que tenga un sentido elevado de la justicia, que sea honesto y que actue consecuentemente es un triunfador.
El post sobra, y el mensaje falta...
Encuentro que tiene razón y de argumentos tiene bastantes. La envidia existe en todos los sentidos
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