Diario de una lesbiana poco convencional

Este fin de semana lo hemos pasado mayoritariamente en Barcelona. Sin contar que el viernes nos fuimos a un boliviano a cenar y salimos de allí que sacábamos fuego por la boca, a causa de un plato que nos trajo el agradable camarero, que él mismo nos recomendó y nosotras, gustosas, aceptamos. Aunque si lo llegamos a saber, le decimos que se meta el plato…en la cocina… (por ser educada). Así que si alguien va a un boliviano: 1- No vayáis a cenar, si pretendéis ir a dormir después, ya que en vuestro estomago parecerá que tengáis un grupo de heavy-metal en pleno concierto y 2- No os dejéis recomendar o traer platos por el camarero, si pretendéis comer sin sorpresas.
Pues eso, después una cena “explosiva”, nunca mejor dicho, vino un fin de semana en Barcelona.

El sábado por la tarde, después de vaguear por el piso, decidimos ir a la presentación del libro “¿De otro planeta?”, que como creo que muchas ya sabreis de que trata, me ahorro explicaciones y, para quien no lo sepa, que entre en el link, o ¡compre el libro!
Estuvimos en el “hotel Axel”, aunque antes de entrar, tuvimos nuestras indecisiones, ya que no sabíamos exactamente donde teníamos que ir y, además, no veíamos a ningún grupo de lesbianas por los alrededores. Solamente una chica, que nos miraba de vez en cuando, y supusimos que era les por la manera de ser y de mirar que tenia. Hasta que al final salió la editora del libro, a buscar a la chica sospechosa y nosotras, después de pasar un ratillo en la calle, entramos tras ellas y nos indicaron que la presentación era bajando las escaleras.
Una vez allí, todo fue viento en popa. Y una vez finalizaron las presentaciones, invitaron a cava y canapés. Aunque nosotras no tardamos en fugarnos, con nuestro libro entre las manos y conociendo en persona a dos blogueras. Poto y Paola Vaggio.



Y el domingo, día esperado por mi novia, no para que le regalara la típica rosa de Sant Jordi, si no para conseguir las firmas de todos los escritores, de los cuales tenia libros y tuvimos que transportar con 2 mochilas durante todo el día por toda Barcelona y su multitud de gente. Así que imaginad como terminamos de espalda y pies, entre las caminatas que nos metimos y las mochilas cargadas como si lleváramos piedras.









Y lógicamente, después de las firmas, la rosa. Dos rosas rojas para terminar bien el día.