Diario de una lesbiana poco convencional

Parece ser que las cosas se van poniendo en su sitio. Dicen que después de una mala época, siempre viene una buena, o almenos eso espero.
Como prometí en el post anterior, voy a escribir algo un poco más… alegre, ya que últimamente todo eran tristezas.

Este sábado nos fuimos al apartamento de la montaña, para desconectar un poco de la monotonía de la vida. Desde ir a la famosa “Patum” y aburrirnos, ya que los días clave son el jueves y el domingo, hasta ir el domingo a Barcelona en la moto de mi niña y ésta intentar perderme por el camino, metiendo acelerones… ahí se demuestra lo poco que me quiere, intentando tirarme de la moto en marcha…
La verdad es que el fin de semana en si, no ha tenido nada especial, o mejor dicho, no nos ha pasado nada digno para contar. ¿Será que nos estamos convirtiendo en unas sosas?

Bueno, podría mencionar una cosa que vimos ayer en la Barceloneta, mientras caminábamos por el paseo y observábamos a la gente de la playa, como se quemaba en el sol.
Antes, cuando ibas a la playa, pasaba el típico negrito, con su bolsa llena de gafas, toallas etc. Luego otro con los heladitos o los refrescos, o si no el mas moderno con sus cd’s piratas (que a saber como funcionarían, después de estar tantas horas expuestos al sol). Pues ahora la nueva moda si vas a la playa es… ¡hacerte un masaje!

Mi novia y yo cuando lo vimos, no dábamos crédito. Los turistas ahí tumbaditos, achicharrándose, mientras que el pobre hombre o mujer, que se tenía que ganar la vida, le daba el masaje. Me pregunto yo, ¿serán fisioterapeutas especializados?... porque vamos… el día que vaya yo a la playa y me venga uno a hacer un masaje, creo que me tendrán que recoger con pinzas, porqué con las contracturas y pinzamientos que tengo, como me haga un masaje uno de éstos, me quedo tetraplégica, porqué mas que masajes, parecía que estuvieran amasando pan. En fin, lo próximo no quiero ni pensar que será.

Y ayer acabamos el domingo viendo uno de los últimos capítulos de la primera temporada de “the L Word”… Si, todavía vamos por la primera… ¡que pasa!
Pero al paso que vamos, creo que no llegaremos a la segunda, porqué tal y como va progresando, cada día me da más vergüenza de cómo lo pintan todo.
Entre la bisexual que no se aclara y no sabe con quien liarse, o la “típica bollera” que todas están loquitas por ella y ahora resulta que la niña se enamora, pero de la que está colada no le hace ni puto caso, o la perfecta pareja que parece ser que una va a sufrir un ataque de cuernos… ¡me tienen frita! Porque digo yo, ¿la vida real es así? Porque, en la mía, almenos, no pasan estas cosas tan surrealistas.

¿Será por eso que soy poco convencional entonces?

En fin, surrealista o no, yo sigo mi vida como buenamente puedo y os dejo leyendo otro fin de semana mas.


P.D: Tengo ganas que sea viernes y celebrar San Juan en la playa!

P.D2: Se me olvidó decir que hace 2 fines de semana, decidimos cambiar de discoteca y fuimos a D-mer. No estuvo mal... repetiremos.